Enfermedad cardiovascular y enfermedad periodontal
Sabemos que las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte en nuestro país, con claro origen en procesos de arteriosclerosis.
También es sabido que las enfermedades de la encía, afectan a la mayor parte de nuestra población. Ambas enfermedades se caracterizan porque dan pocas “señales de aviso” y se ha demostrado que gran parte de la población desconoce que la está padeciendo
Enfermedades periodontales. Necesidad de conocerlas para prevenirlas.
El término Periodontitis agrupa a un conjunto de enfermedades inflamatorias que afectan a los tejidos de alredor del cliente (periodonto) y que fijan el diente al tejido óseo que rodea las raíces dentales.
Se trata de enfermedades crónicas de progresión cíclica, con brotes periódicos de destrucción causados por bacterias, que habitualmente viven en la boca de todos nosotros, que han crecido indebidamente ayudadas por la susceptibilidad individual a las enfermedades periodontales (predisposición a veces hereditaria), o los malos hábitos higiénicos. Las enfermedades de la encía evolucionan normalmente sin dolor y silenciosamente, hasta sus fases más avanzadas.
Los primeros signos y síntomas que aparecen son de inflamación, siendo su forma clínica la denominada gingivitis, pudiendo apreciarse: enrojecimiento e hinchazón de la encía, sangrado de la encía al cepillarse los dientes o incluso de forma espontánea..
Cuando las enfermedades periodontales han evolucionado a un segundo estadío, donde la encía se despega del diente formando las bolsas periodontales, pasan a denominarse periodontitis y suelen aparecer otros síntomas tales como: la retracción o merma de las encías, sensación de dientes más largos, movilidad de los dientes, separación entre los dientes, cambio en la forma de encajar los dientes cuando se muerde, aumento de la sensibilidad dental, sobre todo al frío, sensación de quemazón y dolor de encía, aparición de abscesos y flemones en la encía, y también mal aliento.
En muchas ocasiones, sin embargo, las enfermedades periodontales pueden pasar desapercibidas, y no sospecharse, siendo la única manera de detectarlas el examen del odontólogo. En este sentido, es destacable que el sangrado (que es el signo más frecuente y temprano), está disminuido en las personas fumadoras, pudiendo su ausencia resultar engañosa para el paciente
Cuando las enfermedades periodontales han evolucionado a un segundo estadío, donde la encía se despega del diente formando las bolsas periodontales, pasan a denominarse periodontitis y suelen aparecer otros síntomas tales como: la retracción o merma de las encías, sensación de dientes más largos, movilidad de los dientes, separación entre los dientes, cambio en la forma de encajar los dientes cuando se muerde, aumento de la sensibilidad dental, sobre todo al frío, sensación de quemazón y dolor de encía, aparición de abscesos y flemones en la encía, y también mal aliento.
En muchas ocasiones, sin embargo, las enfermedades periodontales pueden pasar desapercibidas, y no sospecharse, siendo la única manera de detectarlas el examen del odontólogo. En este sentido, es destacable que el sangrado (que es el signo más frecuente y temprano), está disminuido en las personas fumadoras, pudiendo su ausencia resultar engañosa para el paciente
¿Es la periodontitis un riesgo para la enfermedad cardiovascular?
Actualmente se han encontrado Porphyromona Gingivalis y otros gérmenes causantes de enfermedades periodontales en las placas de ateroma vasculares y cada vez hay pruebas más claras y contundentes que avalan la existencia de asociaciones de riesgo entre las periodontitis y las enfermedades cardiovasculares.
Al ser las enfermedades periodontales unas infecciones orales crónicas que cursan con un incremento de bacterias debajo de las encías, se piensa que estas bacterias pueden provocar infecciones a distancia en otros órganos, entre ellos el corazón
El mecanismo sugerido para la asociación entre las infecciones, como las periodontitis, y la isquemia coronaria, que ocasiona los infartos del corazón, sería el efecto de las bacterias sobre las cédulas implicadas en los mecanismos que provocan la arteriosclerosis y su consecuencia más grave, la aterotrombosis (obstrucción de una arteria por placas que bloquean su luz). Esta es una enfermedad compleja, de larga evolución, motivada por gran número de factores; entre ellos destaca la inflamación, entendiendo por inflamación el proceso desenadenado por nuestras defensas, en el que participan células de la sangre y muchos elementos químicos liberados por ellas.